sábado, 15 de diciembre de 2007

Entre Las Cañas Una Cruz.


Me recuerdo de chico, colegio de curas, cruces y maestra que a las 7 y 15 de las mañana nos recibía con una oración. Dos veces a la semana misa y confesión,"siempre ay algo que confesar", nos decían. Me acuerdo de no querer ir a la escuela, de tener muchas mas inasistencias que todos mis compañeros, de no soportar la corbata, de no querer cantar el himno, de no tener nada que confesar con mis 7 años y tener que inventar, revolverme la cabeza pensando en algo lo suficientemente malo que valga la pena comentárselo al cura, y a esos santos y ángeles que te miraban desde arriba de los altares con cara de pocos amigos. Mierda si me a marcado todo eso, que hasta el día de hoy frente a una cruz no puedo estar indiferente.

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